jueves, 8 de junio de 2017

Yo no compito con nadie

Yo no compito con nadie.
Yo corro en mi propia carrera.
No tengo ningún deseo de jugar a ser mejor que nadie, 
de ninguna manera, forma o estilo. Solamente aspiro
a mejorar, a ser mejor de lo que era antes.
Así soy yo. Y soy libre.

¿Quieres llorar?

¿Quieres llorar? Vamos, hazlo. Es bueno. ¿sabías? Desahogate, di todo lo que no dijiste. Lo que querías y no tuviste. Hazlo sin compostura, sin vergüenza de que alguien te juzgue. Hazlo, pero solo por hoy, ya mañana es otro día. Ya mañana debes levantar la cabeza y sonreír. No puedes vivir por siempre triste, te pierdes momentos mientras tienes los ojos cerrados, sube la cabeza y sonríe.

Hoy me sacudo el polvo

Hoy me sacudo el polvo del resentimiento 
por las malas decisiones
propias o de quienes me rodean
imposible que salga todo como lo planeo 
y no puedo quedarme como un triste espectador eternamente
aprendí
y es lo importante
hoy decido decir si a la Esperanza 
de que las cosas cambiaran a mi favor
acepto que de algo tuvieron que servir las malas experiencias
porque nadie está exento a disfrutarlas 
o padecerlas
la vida sigue 
y visualizo con gusto y fe los retos que vengan
porque sé que siempre existe la posibilidad 
de que el viento vaya a mi favor.

Mujer interesante

Mujer interesante, no es aquella que se siente admirada por su belleza externa... Es aquella de carácter firme, que lucha, que cae y se vuelve a levantar más audaz que antes.

Orgullosa de mi corazón

Estoy orgullosa de mi corazón, porque ha sido despreciado, roto, engañado...
Y todavía funciona.

Ni vieja ni señorita

Yo no me siento ni vieja ni señorita, simplemente soy una mujer madura que dejó de ser princesa para convertirse en toda una reina.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Lo que reina es un gran vacío

Ha pasado ya poco más de cuatro años, de que perdí a mi mejor amiga, mi confidente y la mejor consejera. Mi madre

Ahora lo sé, pero antes de su partida no lo veía de esa forma ya que pensé que ella era inmortal, que nunca llegaría el día en que tuviera que decirle adiós.
¿Por qué tenía que pasar por esta separación para darme cuenta de lo importante que era para mi? Tal vez porque no deseaba pensar en esta separación. Y aunque parezca contradictorio, en ocasiones cruzaba por mis pensamientos esto y formaba una película de como sería pasar este proceso e inmediatamente sacudía mi cabeza y en ese instante le llamaba por teléfono a mi madre. Le contaba cada detalle que pasaba en mi vida, para ella no tenía secretos, aunque parezca extraño, ya que muchas veces las madres son las últimas en enterarse lo que hacen sus hijos, la mía no... Ella era la primera en saber, al menos en lo que a mi respecta. 
Los días pasan, los meses, los años y aún no puedo superar su partida, mi alma le llora, le extraña a cada instante, deseo poder llamarla y contarle lo que me pasa o que me de un consejo... pero ya no está.

Lo que reina es un gran vacío, una enorme tristeza y un corazón destrozado. 
@Liivy R.