lunes, 12 de diciembre de 2016

Lo que reina es un gran vacío

Ha pasado ya poco más de cuatro años, de que perdí a mi mejor amiga, mi confidente y la mejor consejera. Mi madre

Ahora lo sé, pero antes de su partida no lo veía de esa forma ya que pensé que ella era inmortal, que nunca llegaría el día en que tuviera que decirle adiós.
¿Por qué tenía que pasar por esta separación para darme cuenta de lo importante que era para mi? Tal vez porque no deseaba pensar en esta separación. Y aunque parezca contradictorio, en ocasiones cruzaba por mis pensamientos esto y formaba una película de como sería pasar este proceso e inmediatamente sacudía mi cabeza y en ese instante le llamaba por teléfono a mi madre. Le contaba cada detalle que pasaba en mi vida, para ella no tenía secretos, aunque parezca extraño, ya que muchas veces las madres son las últimas en enterarse lo que hacen sus hijos, la mía no... Ella era la primera en saber, al menos en lo que a mi respecta. 
Los días pasan, los meses, los años y aún no puedo superar su partida, mi alma le llora, le extraña a cada instante, deseo poder llamarla y contarle lo que me pasa o que me de un consejo... pero ya no está.

Lo que reina es un gran vacío, una enorme tristeza y un corazón destrozado. 
@Liivy R.